Durante días, Donald Trump y sus aliados se han centrado en Springfield, Ohio, amplificando afirmaciones infundadas de que los inmigrantes haitianos allí están comiendo las mascotas de otros. La promoción de tales rumores, que han puesto a la ciudad en el centro de atención nacional, se basa en un antiguo tropo racista de vilipendiar a los recién llegados a los Estados Unidos y destaca las divisiones actuales del país, según historiadores.
"Vamos a sacar a esta gente", dijo Trump el viernes durante una conferencia de prensa en su campo de golf en Rancho Palos Verdes, California, prometiendo llevar a cabo "grandes deportaciones" si es elegido presidente.
Sus comentarios fueron lo último en una serie de calumnias que Trump ha difundido sobre los inmigrantes haitianos, a pesar de que los funcionarios locales han desacreditado las afirmaciones. Los líderes en Springfield han dicho que las afirmaciones están dañando a la comunidad, la cual ha tenido que evacuar escuelas, el ayuntamiento y otros edificios después de recibir amenazas desde los comentarios de Trump.
Trump también ha dicho incorrectamente que los haitianos en Springfield están en los Estados Unidos ilegalmente, aunque los funcionarios locales también han refutado eso. Los migrantes recibieron un estatus de protección temporal en los Estados Unidos después de huir de la violencia en su país.
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